El Cine Marleni

La sala donde pasaban las películas estaba localizada en la parte de atrás del edificio y estaba construida de madera. Los asientos eran dos líneas de bancas dejando un angosto corredor en medio del pacillo. Estas bancas no tenían en que respaldarse pero las excitantes películas hacían olvidar lo incomodo que eran. La pantalla era un cuadro de pintura blanca en la pared el cual recibía las imágenes del proyector sin ningún problema. No sé exacto las dimensiones pero al compararla con los cines de hoy la pantalla era muy pequeña.

El proyector de películas estaba sentado en una mesa en medio del pasillo casi a la entrada y las películas eran de dos a tres rollos. Cada vez que se terminaba un rollo había que cambiarlo por el que seguía y esto se tardaba unos cuantos minutos. La cinta se reventaba de vez en cuando y para hacer los ajustes había que cortarse un pedacito de la cinta omitiendo alguna parte de la película. Esto era frustrante para los espectadores y la mayoría empezaban a gritar y a silbar. "Ladrones, le robaron!" "Le robaron!" "Que barbaridad

Después de un tiempo llegaron las películas a colores, de "Largo Metraje", de "Cinemascope", y no sé que mas. Todos estos avances en cinematografía eran atractivos y esto atraía a muchas personas y el sine se llenaba con frecuencia. A mediados de los 70s la sala de cine fue remodelada de una manera más moderna y con asientos individuales y en forma de un auditorio moderno; cada línea de asientos estaba unas cuantas pulgadas mas abajo que las anteriores y las películas se veían sin ningún problema. También le agregaron otra sala en la parte de arriba la cual se conocía como palco y la entrada costaba un poquito más.

La pantalla era gigante y estaba cubierta por cortinas de color corinto y al abrirse era cuando la película iba a empezar.

En la sala del edificio de el cine Marleni habían unas cuantas mesas de billares y estas estaban siempre repletas. El la mano derecha de la sala habían unas vitrinas y allí vendían palomitas de maíz y otras golosinas para los espectadores.

Uno de los recuerdos que tengo grabado en mi mente acerca de El Cine Marleni es la música que se escuchaba por casi todo el pueblo antes de que empezara la película. Esto lo hacían para promover la película y así atraer más gente. Después de cada anuncio tocaban canciones populares de ese tiempo pero de la que mas me acuerdo es “El Noa Noa” de Juan Gabriel.

Como yo era niño no podía ir a ver las películas cada noche pero había algunas que si hacía hasta lo imposible para ir a verlas. Primero empezaba a pedirle dinero a los adultos y cuando esto no funcionaba buscaba botellas de Coca Cola y huevos para ir a venderlos donde Joche “José Cárcamo.” A veces me aliaba con mis primos y entre todos le buscábamos manera de ajustar la entrada. Después de haber agotado todas las maneras de reunir dinero la última opción que nos quedaba era colarnos la cual funcionaba de vez en cuando.

Otros recuerdos que se vienen a mi mente acerca del Marleni son los puestos de venta en frente del cine y mis pensamientos van directo al puesto de naranjas que eran vendidas por Saturnino y su hermano Julio. Estos muchachos eran humildes y trabajadores. No sé que fin cogieron pero me cuentan que toda la familia se movió para Tegucigalpa. Un saludo muy especial a toda esa familia donde quieran que estén. También había un puesto de chicles y otras golosinas que eran vendidas por personas que se aparecían allí de ves en cuando.

La parte de enfrente del cine Marleni era un lugar optimo para pasar un buen rato ya que mucha gente que no entraba al cine se reunía allí para escuchar música, comer golosinas, y platicar con amigos.